SISTEMA ARTERIAL. Cada riñón recibe una arteria renal, procedente de la aorta abdominal, de la que parten una serie de ramas segmentarias que se dirigen a distintos territorios y, a partir de ellas, se emiten las arterias interlobulares, que van entre las pirámides desde el seno hasta la corteza. En la separación entre médula y corteza dan las arterias arqueadas.
Desde las aa. arqueadas se originan las arterias interlobulillares que se dirigen hacia la porción convoluta de la corteza atravesando la porción radiada; de ellas proceden las arteriolas aferentes, cada una de las cuales se continúa como red capilar glomerular y posteriormente como arteriolas eferentes. Estas últimas se resuelven pronto en la red capilar peritubular cortical. Las arterias interlobulillares dan también las ramas capsulares para la cápsula fibrosa del riñón.
La médula es irrigada por las arteriolas rectas que proceden de las arterias arqueadas y también desde algunas arteriolas glomerulares eferentes. El conjunto forma aquí la red capilar peritubular medular.
SISTEMA VENOSO. La red capilar peritubular cortical forma capilares venosos que drenan a las venas interlobulillares, junto con las vénulas estrelladas que son las más superficiales.
Las venas interlobulillares desembocan, a su vez, en las venas arqueadas, que también reciben las vénulas rectas procedentes de la médula.
Y por último, las venas arqueadas drenan en las venas interlobulares, que se dirigen hacia el seno renal, donde confluyen formando la vena renal, la cual termina en la vena cava caudal.